Colocación de los plastrones 2
Este post es la continuación del blog anterior: “Colocación de los plastrones 1” y el quinto de la serie que dedicamos a la americana sastre. Si no habéis leído el post anterior os aconsejo que lo leáis para no perderos.
La serie completa de los post sobre el sastre femenino es: “Americana sastre femenina”, “Plastrones de la americana recta sastre femenina”, “Puesta a punto de la americana mujer sastre femenina”, “El cuello picado”, “Armado de los plastrones” y “Colocación de los plastrones 1”. Todos ellos los podéis encontrar en el índice de nuestro blog en el epígrafe “N.- Patrón de la americana”
La última ilustración de “Colocación de los plastrones 1” es la misma que la que abre este post.
Acabamos diciendo que teníamos que fijar los hilvanes.
Una vez que coincida la copa de pecho y el quiebre pasaremos una serie de hilvanes, los hemos evidenciado con una línea discontinua de color naranja.
El primero partirá de la punta de pecho hasta la mitad del recorrido del hombro, el segundo seguirá la línea de quiebre pero retrasado de un par de centímetros. Luego pasaremos otro hilván por el hombro. Uno por la sisa que seguirá bordeando toda la forma del plastrón pequeño hasta el quiebre y para finalizar otros dos hilvanes: uno paralelo a la mitad delante y el otro retrasado de unos dos centímetros de la pinza de pecho hasta el bajo de la pieza de paño, tal y como mostramos en la imagen anterior.
Mostramos en la siguiente fotografía los hilvanes del dibujo anterior
Liberaremos el labio delantero de la pinza cortando un trozo de la friselina auto adhesiva y colocaremos la costura encima de la entretela como mostramos en la siguiente ilustración.
Luego fijaremos el plastrón al paño, así como los labios de las pinzas que hemos abierto tal y como se muestra en la próxima ilustración.
Podemos ver en la siguiente imagen los pasos descritos enla fotografía del delantero de la americana.
El próximo paso será el de colocar el pasamán encima del quiebre. El pasamán vendrá colocado mediante un hilván pillando tanto los plastrones como el paño. El canto exterior del pasamán deberá coincidir con la línea de quiebre.
Sujetaremos el pasamán con un punto de cruz en la parte interior y podemos dar un punto atrás antes de empezar picar el cuello en el otro canto del pasamán o picar directamente el cuello empezando el picado pillando el pasamán.
En la fotografía que sigue sólo hemos dado el punto de cruz para sujetar el pasamán. Pero en el esquema hemos incluido el punto atrás.
En la próxima imagen y fotografías mostramos la solapa picada.
Cuando se pican las solapas, se procederá de la misma forma en que se opera en el cuello: enrollando la solapa en la mano izquierda para que hilera a hilera se le vaya dando forma.
Si nos fijamos en las dos fotografías anteriores vemos que la solapa una vez picada ya tiene la forma y tiende a enrollarse hacia afuera.
Precisamente esta es una de las virtudes de las solapas picadas a mano, ellas mismas toman la forma y no hace falta marcarlas con la plancha. Por otra parte si la prenda de moja, si se cuelga bien para que se seque la solapa mantiene la forma del picado. Tampoco se despegará la friselina termo adhesiva porque no se utiliza.
El próximo paso será descontar los centímetros que hayamos dado a la americana desde la costura del cuello hasta el bajo. En nuestro caso recordemos que eran dos centímetros. Marcaremos los dos centímetros sobre la entretela sastre. La mejor forma de marcarlo es mediante un lápiz de punta blanda.
Luego colocaremos el pasamán, siempre tendido de modo que el borde más exterior esté situado a dos centímetros del final del paño. La tensión del pasamán deberá crecer en la solapa. En el recorrido de la solapa el pasamán deberá tener entre un cm y un cm y medio menos que el recorrido de la marca. En la parte inferior del delantero que empieza donde acaba el último botón es interesante de tender el pasamán con una tensión parecida o igual a la de la solapa para evitar que la «orejas» (las partes romas del bajo de la americana en la mitad delante) de la americana se levanten.
Para fijar el pasamán primero lo hilvanaremos, luego pasaremos un punto atrás en la parte más exterior y en la parte interior lo fijaremos con un punto de cruz.
El proceso en las fotografías será:
Una vez pasado el punto atrás y el punto de cruz, plancharemos los canto en que hemos puesto los pasamanes, con el trapo mojado y luego secaremos siempre con el trapo encima. Si no disponemos de una plancha sastre daremos presión para prensar las dos telas y el pasamán.
Con esta operación tenderemos la lana y la entretela, y destenderemos el pasamán dando al conjunto de paño, entretela y pasamán una consistencia sólida que no cederá en el canto de la americana.
En las americanas que no están entreteladas a mano, según el tejido puede deformarse en el canto o en la base del cuello o hacer «orejas», la americana construida de esta forma no cederá y no hará orejas si está bien aplomada.
Por último recortaremos el exceso de la entretela sastre, aquélla que queda más allá del pasamán.
Esta operación es muy delicada ya que el recorte debe muy exacto, debe dejar el canto del pasamán limpio. El problema está en que el punto al canto está al canto (por eso se llama así) y permite a duras penas pasar las tijeras.
Digo que la operación es muy delicada porque es muy fácil “morder” el paño que en jerga sastre quiere decir cortar el paño.
Si mordemos el paño supone o empezar otra vez el posado del plastrón en un nuevo delantero de paño o bien retocar el delantero estrechándolo. La primera es costosa a todos los niveles, la segunda, permitidme, una “marranada”.
Para evitar de morder el paño os aconsejo dos cosas:
La primera utilizar unas tijeras pequeñas, las típicas de cortar los hilos, cuyas cuchillas son de un tamaño de unos 4,5 cm y el largo total de las mismas no excede de los 9 cm.
El segundo consejo es utilizarlas al contrario. Generalmente la parte roma (no puntiaguda) es la que queda hacia arriba; pues bien, en este caso la parte roma es la que tocará el paño dejando la parte puntiaguda sin contacto con el paño. La redondez de la tijera nos permitirá poder cortar el paño sin que la cuchilla de la tijera se meta en el entramado del paño.
Una vez terminado el recorte de la entretela sobrante, daremos una buena planchada de toda la pieza del delantero, siempre con el trapo mojado, la plancha sin vapor (mejor si disponemos de una plancha de sastre) y con la ayuda del cojín plancharemos toda la forma del pecho. Secaremos el paño y lo colgaremos en un maniquí de su talla para que se enfríe.
El próximo paso será completar el delantero con el costadillo y hacer el bolsillo.
Pero esto lo dejamos para el próximo post.