La simetría, la antropometría y las tablas de medidas
En algún momento de “Les miserabes” de Victor Hugo, M. Thénardier acude a una casa de empeños para alquilar un atuendo lujoso para ir a la boda de Marius. No encuentra ningún traje que le calce porque los que él quería respondían a un tipo diferente de persona.
Hoy en día cuando vamos a comprar una prenda todos somos “Thénardiers”, nos probamos las prendas que queremos comprar y tenemos que encontrar la prenda que se ajuste a nuestro cuerpo.
El cuerpo humano concreto desde el nacimiento hasta el fin de su vida evoluciona tanto en largos como en anchos. Una persona que conserve desde su completo desarrollo hasta su muerte la misma medida de pecho es muy probable que su morfología cambie con el decurso de los años: la actividad deportiva, el tipo de trabajo, la alimentación y los hábitos producen cambios sustanciales en el volumen del cuerpo aunque se mantenga la medida de pecho y/o de cintura que en el caso del hombre da lugar a la denominación de las tallas.
Pensemos sin ir más lejos un hombre que tenga la talla 52 de pecho y que al envejecer ponga algunos quilos en la cintura, el Drop del traje que deberá comprar no será el mismo. Si se mantiene en la misma conformación pero alarga su cintura deberá desasociar el traje comprando la americana de una talla y los pantalones de la otra, si su cuerpo cambia de conformación y adquiere una conformación robusta o de obeso deberá, si quiere ir bien vestido, comprar trajes conformados para una conformación robusta o para una conformación de obeso cuyo corte es diferente al de la conformación normal.
El problema no acaba sólo en la evolución de una propia persona. La alimentación, el tipo de trabajo y el ritmo de vida condicionan la evolución de las personas: las nuevas generaciones tienen una constitución diferente a las de sus progenitores y cada pueblo tiene sus características diferenciales.
A esto se le suma la diferente constitución según a la raza a que se pertenezca. A pesar de que actualmente hay una mezcla constante de razas, los rasgos peculiares de cada una de ellas influyen en la conformación de un determinado sector de la población.
El prêt à porter ha sustituido la modistería, la sastrería y la costura desde hace varias décadas.
Las empresas de prêt à porter deben tener en cuenta muchos factores a la hora de concretizar sus modelos en patrones que se deben adaptar al mayor número de cuerpos posibles.
La globalización de los mercados hace que las empresas tienden a extenderse más allá de su ámbito nacional con lo que incrementan el problema de la morfología de las personas que deberán vestir. Incluso las industrias más pequeñas, las de ámbito únicamente nacional vienen afectadas por el problema con el fenómeno de la inmigración.
Si se quiere sacar el máximo rendimiento de una colección se debe pensar a quien se debe vestir, no sólo desde el punto de vista estilístico y de capacidad económica sino sobre todo desde el punto de vista morfológico.
Las según nuestro target deberemos confeccionar en base a una tabla u otra de medidas para que nuestros modelos sienten bien. Deberemos crear, en una palabra nuestra propia tabla de medidas.
Para confeccionar una tabla de medidas que se ajuste a nuestro target deberemos conocer las proporciones del cuerpo humano.
Las proporciones del cuerpo humano interesan al hombre desde hace muchos años, ya en el antiguo Egipto proporcionaban en cuerpo en base de cúbitos y pies, los griegos tomaron como base de medida la cabeza, los romanos adoptaron la base griega y ésta se ha mantenido hasta nuestros días.
A estas proporciones se les dio el nombre de simetría en la antigua grecia, a la medida base se le dio el nombre de canon.
Los primeros en interesarse en las proporciones del cuerpo humano fueron los artistas, especialmente los pintores y escultores aunque ya en la época del Julio César uno de sus arquitectos se interesó en este tema: Marcus Vitruvius Polio.
Entre los tratadistas del cuerpo humano podemos citar muchos autores: Marcus Vitruvius Polio, Leonardo da Vinci, Lomazzo, Alberto Durero, Jean Cousin, etc.
Adolphe Quetelet (1796-1874), astrónomo, naturista, matemático, sociólogo y estadista belga en 1871 publicó su libro “Anthropométrie” (Antropometría) en el que analiza las medidas del cuerpo humano y busca las proporciones entre las partes del mismo y las proporciones medias de una sociedad. Demuestra según él que hay una ley natural que rige las proporciones y no sólo del cuerpo sino también de la moral.
Quetelet inventó el término de antropometría que vino a sustituir el de simetría. Su aportación fue el primer estudio científico sobre el cuerpo humano. A partir de su obra hubo muchos científicos que estudiaron las proporciones de los artistas para ver cuánta verdad y exactitud encerraban sus conclusiones. Entre ellos podemos destacar a Duval, Jonard, Blanc, Topinard y Richer por citar algunos.Otros como Neufert y Le Corbusier buscaron las proporciones del cuerpo humano en base al número ϕ.
A partir de la cuarta década del siglo anterior la antropometría se desarrolló de forma excepcional: las proporciones del cuerpo humano eran fundamentales a la hora de desarrollar nuevos aviones en cuyas torretas cupieran todo tipo de soldados y que las ametralladoras fueran cómodas de usar. A partir de estos hechos la aeronáutica tanto americana como europea y más tarde la Nasa se interesaron en el tema dando un gran impulso a la antropometría.
Los datos recopilados actualmente se hacen servir tanto en el campo médico (por ejemplo en dietética) como en el diseño de las casas, cocinas, los elementos de arquitectura de interior etc.
En el sector textil aún no se aplica, o no se aplica de forma incipiente. Muchas empresas de patronaje utilizan tablas generales, otras incluso sólo utilizan una talla base y aplican unas ratios “que funcionan”, según ellos para sacar las tallas superiores e inferiores de una colección.
El resultado, previsible, muchos retoques en los prototipos cuando se tiene tiempo antes de entregar la colección a producción, y si no se tiene tiempo al final de la colección naves enteras de prendas para saldar.
Los retoques muchas veces se hacen sobre modelo en sesiones de fitting. Los retoques hechos se hacen como si de modistería se tratara, hecho que vuelve a generar nuevos errores porque los maniquíes de los que hablamos no tienen por qué encajar con el target de la empresa. Imaginemos que tenemos una línea para señoras de una cierta edad y volumen que nos interesa que se considere como una línea moderna y de mujer joven. La maniquí fotográfica que emplearemos será más joven que el target de nuestra línea e intentaremos mitigar todas las diferencias morfológicas con la idea de perfección. La elección de la modelo fotográfico no corresponderá al target de nuestra línea pero si a la imagen que queremos dar.
Muchas veces las pruebas de las prendas hacen sobre las modelos, que llamaremos fotográficas y no sobre una muestra más o menos amplia de la gente concreta que conforma y confirma el target de la línea. El resultado de estas sesiones fitting contentará a las diseñadoras pero no a la consumidora final que al probarse la prenda en la tienda no le sentará como debiera.
Mientras las prendas sean holgadas todo funcionará, pero en el momento en queramos ajustar el cuerpo los defectos empezarán a aparecer.
Un estudio de las proporciones pormenorizado, una creación de tablas ad hoc para cada línea según el target y sesiones de fitting con modelos que cumplan rigurosamente las medidas y conformaciones de las tallas de la línea es la solución para aliviar estos problemas.
En los post sucesivos iremos desgranando uno a uno estos aspectos.