Proporciones del cuerpo de la mujer y la antropometría

Para entender este post aconsejamos leer el anterior: «Las proporciones y los números fijos«

Las proporciones de la mujer son las grandes ausentes en los estudios de proporciones realizados en el arte, salvo algunas pocas excepciones. La mayoría de estudios artísticos en la historia del arte analizan el cuerpo masculino.

¿Es otra de las muestras del machismo? No.

Las estructuras óseas del hombre y de la mujer son iguales aunque no idénticas. Mientras que la morfología externa de la mujer difiere de la del hombre.

« Paul Richer » par Photographe : Braün, Clément et Cie — http://www.biusante.parisdescartes.fr/histmed/image?CIPA0184. Sous licence Domaine public via Wikimedia Commons – https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Paul_Richer.jpg#/media/File:Paul_Richer.jpg

Paul Richer, 1849-1933, neurólogo, anatomista, historiador de la medicina dibjuante y escultor francés, publicó en 1890 “Anatomie artistique”, en la que hace un análisis completo de la anatomía humana masculina. Obra que completaría y refundiría en su “Nouvelle anatomie artistique du corps humain”, acabando su último volumen en el año 1929. En esta Nouvelle anatomie artistique dedicó un libro entera a la mujer, treinta años después (en 1920) de la publicación del primer volumen.

Cito este libro porque creo que puede ser muy útil, sobretodo en su primera parte debido a la exhaustiva comparación de ambos cuerpos. Para describir el cuerpo de la mujer parte de la estructura de la del hombre e indica las diferencias. Al inicio del libro nos explica que el procedimiento comparativo para describir la mujer es lógico porque la estructura ósea es igual, sólo cambia lo que él llama la estructura adiposa en ambos sexos.

Este planteamiento, es el que utilizaron la mayoría de los artistas, dibujando o esculpiendo la misma estructura ósea y dotándola de algunos cambios según la morfología propia del sexo. El más evidente cambio de volumen de la mujer es la dotación de mamas y la carencia del sexo masculino.

Las mamas, en lo que concierne a las proporciones del cuerpo, no las tenemos que tener en cuenta ya que pueden variar de tamaño en mujeres de la misma estructura ósea. Debemos considerarlas como un accidente morfológico y no como un elemento estructural del cuerpo de la mujer.

Hubo teóricos y artistas que no creyeron en una sola porporción para aplicar a todos estos cuerpos y que diferenciaron, además el cuerpo del hombre y de la mujer. Entre las excepciones  cabe destacar a Alberto Durero al que ya hicimos referencia en el post anterior: “Proporciones y números fijos” quien no creyendo que hubiera una sola estructura del cuerpo humano midió a varios tipos de mujeres y hombres dando medias de las medidas de cada tipo. Podemos encontrar estas conclusiones en su obra “Cuatro libros de Alberto Durero” publicado en 1614

Imágenes pertenecientes a un hombre y una mujer de campo en el que hemos incluido la forma de calcular las proporciones de Durero y al lado una regla percentil. Las imágenes pertenecen y la forma de calcular las proporciones de durero pertenecen a los «Cuatro libros».

Cuando nació con Quételet la antropometría, éste midió indistintamente tanto hombres como mujeres como niños y niñas y sus tablas son mixtas desde el nacimiento hasta el total desarrollo del cuerpo humano.

La antropometría creó cierta expectación cuando apareció, un ejemplo de ellos fueron los trabajos citados de Richer, pero tomó importancia en década de los 40 del siglo pasado. Debido sobre todo a la ingeniería aeronáutica militar: era preciso crear torretas para las metralletas de los aviones en las que cupieran cómodamente la mayoría de los cadetes y no sólo los más menudos y que las posiciones del cuerpo fueran cómodas para poder disparar.

En el nuevo auge de la antropometría se midieron millares de componentes de las fuerzas armadas, la mayoría por no decir la totalidad eran hombres ya que la mujer por aquel entonces no formaba parte regularmente en los ejércitos, por lo que la mayoría de datos que se tienen son de varones y de edades iguales a la de los integrantes de las fuerzas armadas.

Viendo la utilidad de tomar las medidas y de realizar medias sobre ellas para crear habitáculos, sillones y mandos cómodos para la mayoría de los componentes de las fuerzas armadas, luego, se aplicó en el campo civil, sobretodo en la arquitectura.

Actualmente empiezan a encontrarse ya datos significativos del cuerpo femenino, pero hay muchos más datos de cuerpos masculinos que de femeninos. Los datos publicados antropométricos actuales sirven poco para la moda porque las mediciones se hacen con diferentes criterios. En sus resultados faltan medidas que nos son imprescindibles. Por otra parte, el criterio con el que elaboran los datos y se hacen medias de todas las muestras es completamente diferente de los criterios que requiere el patronaje. De ello hablaremos en otro post.

Recapitulando: las proporciones aunque a lo largo de la historia hayan sido calculadas en el sexo masculino, debido a que la estructura ósea es la misma y sólo se presenta entre los dos sexos un cambio morfológico importante que son los senos, las proporciones del hombre nos servirán, con algunos matices para las proporciones y el patronaje femenino.

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