Proporciones del pecho masculino
El octavo de pecho.
En el caso de no disponer las medidas de las proporciones del contorno de pecho podemos deducirlas a partir del contorno de pecho.
Recordemos que la medida de pecho se toma con la cinta métrica paralela al suelo y rodea la parte más ancha del busto superior del hombre pasando por la punta de los pezones, por debajo de las axilas. La medida se toma como contorno entero aunque siempre la utilizaremos a la mitad de su valor. De ello hablamos en el post “Medidas (4) El contorno de pecho masculino” de este mismo blog. Podéis acceder a este post clicando sobre el link anterior.
Las imágenes de este blog han sido generadas por un programa de animación de 3d por lo que las proporciones del cuerpo son exactas. Hemos preferido éstas a las fotografías ya que es difícil disponer tres posiciones de un desnudo masculino con la misma distancia focal e idéntica posición.
En la imagen que sigue mostramos el recorrido de la medida de pecho.
Proporcionar la medida de pecho así como la altura de la sisa es importante, no sólo para poder trazar un patrón sin disponer de todas las medidas, sino para poder transportar todos los trazados de corte que explicaremos a patrones infantiles y de mujer
Para el trazado de las prendas superiores, o sea, las que cubren al hombre, niño, niña o a la mujer de cintura hasta los hombros, se utiliza la medida pecho dividida horizontalmente en dos o tres partes.
Las que dividen la medida de pecho en dos partes generan dos piezas: el delantero y la espalda. La medida de cada pieza será el valor de pecho dividido entre dos. Generalmente se desplazará la costura dando más recorrido en la parte de espalda que en la parte del delantero, pero ello no cambia la proporción: la mitad.
El patrón de dos piezas, a medio recorrido del medio contorno de pecho incluye una elipse abierta desde el nivel de la axila hasta el hombro, o sea nos encontramos con un medio agujero para dejar salir el brazo: la sisa. Esta elipse abierta reposará en las perpendiculares que trazaremos desde los puntos “b” sobre la línea de sisa sectores A-b y C-b. y generará las líneas de costadillo, la paralela más próxima a la mitad de espalda y la línea de avance de costadillo la paralela más alejada de la mitad espalda perpendiculares a la línea de pecho partiendo de los puntos “b”
En la siguiente imagen mostramos cómo se distribuye la medida de pecho bipartida.
En el caso de que la medida de pecho sea tripartida las dos piezas cubrirán el pecho y la espalda del sujeto y la tercera la parte del lado, o sea la que cubre el brazo. La diferencia entre la espalda y el delantero suele ser de 0.5 cm en la toma de las medidas de pecho tripartidas para una conformación normal, siendo la espalda más ancha
Para nuestro estudio de proporciones podemos obviar este dato ya que el delantero y la espalda son prácticamente iguales en la línea de pecho.
Estableciendo que el ancho del delantero es igual al ancho de espalda y sabiendo que una sección a nivel de pecho del hombre es una elipse y que ésta se puede circunscribir en un rectángulo, o sea que tiene más ancho de espalda y de pecho que ancho de debajo brazo, estableceremos que el pecho del hombre lo podemos reducir como un rectángulo cuyas bases sean el ancho de pecho y ancho de espalda que son iguales y la altura del rectángulo será el complemento de las suma de las dos medidas (ancho de pecho y ancho de espalda) menos el contorno entero de pecho.
En la imagen anterior el segmento AE es el ancho de espalda, AD el ancho de delante y CO es el costadillo, Vemos que los vértices de los segmentos AE y AD no coinciden con los vértices del segmento CO. Esto es debido a que una sección del cuerpo humano a nivel de pecho no es rectangular sino que es elíptica.
Cerramos el rectángulo haciendo tocar sus vértices como mostramos en la última imagen de la parte superior derecha. Este rectángulo al ser realizado en tela se adaptará al cuerpo y tendrá el mismo recorrido que la medida de pecho.
Este rectángulo será el que determinará el patrón tripartido.
Podemos encontrar patrones de muchas más piezas, por ejemplo un corsé. Pero éstos son frutos de la división del patrón base de dos o tres piezas en más piezas.
El paso siguiente es el de proporcionar la medida de pecho.
Si observamos un hombre de espalda y trazamos el ancho de espalda en todo su recorrido, vemos que el ancho de la base del cuello es igual a un tercio del recorrido del ancho de espalda sobre la línea de pecho, o sea desde la mitad de espalda hasta el punto en que se encuentra el brazo.
Si dividimos en dos cada uno de los tercios, o sea hacemos 6 partes, tres partes de estas nuevas seis partes se corresponderán con la mitad del cuerpo detrás.
Si transportamos estas proporciones al delantero veremos que funcionan ya que el delantero y el detrás tienen el mismo ancho como ya hemos señalado.
Ahora nos falta determinar el ancho del costadillo.
El ancho del costadillo es igual al ancho de la base del cuello detrás, así que podemos completar el contorno poniendo dos sextos más del ancho total de espalda.
Si la proporción del sexto del ancho total de espalda le llamamos “W”, la medida de pecho contiene 8 veces “W”, por lo que el contorno de pecho es igual a 8 veces la medida “W” que es el tercio del medio ancho total de espalda.
En la imagen inferior de la ilustración siguiente vemos que:
a.- la mitad de la medida de pecho coincide con la mitad del ancho del cuadrado de sisa.
b.- En el primer cuarto de la medida de pecho del delantero nos sitúa una línea vertical en que se emplaza el pezón. En el primer cuarto partiendo de la mitad de espalda situamos el entalle de espalda que coincidirá con la punta de los omoplatos.
c.- que el ancho del delantero ocupa los tres primeros octavos de la medida de pecho, ancho del rectángulo de sisa ocupa los siguientes dos octavos y que la espalda ocupa los tres octavos restantes, o si se quiere el primer cuarto y medio de pecho, el cuarto justo de pecho y el último cuarto y medio respectivamente.
d.- que las cajas de cuellos del delantero y de la espalda se abren a partir de un octavo de pecho.
Esta descomposición de la medida de pecho en proporciones de octavos son las que ya utilizaban en el siglo XIX, lo podemos comprobar leyendo los post relativos al traje de 1855. Estas proporciones son justas y completamente válidas en la actualidad para una conformación normal.
Nuestros bisabuelos no sólo usaban etas proporciones sino que fueron mucho más allá. Como vimos en el corte del traje de 1855, calcularon el grosor del brazo y de la manga basándose en el contorno de pecho y de ende, calcularon a su vez la altura de la sisa y la altura del omoplato. (vide el post: “Trazado de la espalda del traje de caballero de 1855” y “Trazado del delantero del traje de caballero de 1855” ).
La línea de omoplato la ubicaban a (P/2) – (P/8) o lo que es lo mismo a 3(P/8) de la caja de cuello del delantero y la línea de sisa a P/2. De la parte posterior o de la espalda la línea de omoplato se situaba a (P/4) + (P/16), el P/16 que le falta para completar el 3(P/8) del delantero es debido a la inclinación o pivotamiento de la parte del detrás para construir la costura de omoplato. No debemos hacer caso de la nomenclatura del primer post (el de la espalda del traje de 1855) ya que está directamente traducida del original pero realmente la punta inferior de la pieza de espalda reposa sobre la línea de omoplato y por lo tanto debemos considerarla como costura de omoplato.
Vemos en el trazado del delantero de 1855 que resisa de un cm o de un cm y medio por debajo de la sisa que era calculada más que justa. Por lo que sabemos que en la altura de sisa deberemos dar forzosamente una holgura.
Por lo que si reportamos las medidas verticales para calcular la sisa y la línea de omoplato nos encontraremos con el siguiente gráfico
Vemos que para esta imagen en primer lugar hemos fijado el nivel de la séptima vértebra y a partir de ésta hemos trazado una línea a 45 grados para calcular los 3P/8. La línea que trazaremos perpendicular a la línea de sisa intersección con la de 45 grados (línea de caída de omoplato) será la línea de omoplato.
Trazaremos una línea paralela a la línea de omoplato a P/8 que representará la línea de sisa que llamaremos justa ya que no prevé ningún tipo de holgura.
Para acabar, nuestros bisabuelos calculaban la caída del hombro trazando un arco cuyo centro se situaba en la intersección de la línea de sisa con la línea de mitad de espalda y cuyo radio era igual a la mitad de pecho, o sea la distancia entre la línea de sisa y la séptima vértebra; la intersección del arco con la línea de avance de costadillo determinaba la caída de hombro. Esta cota solía coincidir otra vez con la proporción P/8 por lo que la altura del cuadrado de sisa coincidía con 3P/8.
En esta sede hemos probado el corte que hemos explicado de 1855 y de 1870 ambos funcionan en las tallas centrales, cosa que podemos certificar, en las tallas extremas aún debemos probarlo.
De todas formas debemos pensar que la caída del hombro puede ser justa en prendas muy entalladas que no prevean hombrera, en el caso de incluir una hombrera deberemos dar el desarrollo de ésta en la costura de hombro y en el caso de entallar la espalda con una costura de omoplato deberemos dar una holgura suplementaria para dar cabida al omoplato, si pensamos en un desarrollo de 1.5 de altura de hombrera y de 1.5 de desarrollo para dar cabida al omoplato nos encontramos con P/8+3 que en una talla 48 sería 3 cm de caída de espalda de la parte de la espalda y de 4,5 en la parte del delantero ya que no debemos dar el desarrollo de la costura de omoplato. Los tres cm más los cuatro de las respectivas espaldas nos dan un total de 7.5 que dividido entre dos es 3.75 que es una caída de hombros muy aceptable. Estos 3.75 en caso de dar holguras en la mitad de espalda y en la mitad delante pueden subir tres o cuatro milímetros con lo que nos encontramos con los 4 cm de caída de espalda que defienden aún en la actualidad la mayoría de métodos de corte para una conformación normal de hombros.
Por lo que podemos concluir que nuestros bisabuelos, sabían muy bien lo que hacían, es más, muchos de los métodos que se sacan proporciones de la manga viven a remolque de sus antepasados. Incluso muchos de ellos se proponen hoy en día con las mismas exactas proporciones que hace 150 años.
Es curioso el caso de un método de mujer español bastante extendido tanto en España como en Sudamérica que reparte aún el cuerpo de la mujer como si fuera encorsetado, defendiendo el re-pinzamiento del entalle de cadera con un mismo valor en la parte posterior de la falda que en la anterior. Su tercera generación que aún come de la maná de sus antepasados no se han dado cuenta que los corsés de reloj de arena ya no se llevan debajo de los vestidos.
Las demás medidas de largos como cintura, montante de pantalón, rodilla, entrepierna y lardo de pierna es imposible de establecer una relación proporcional que sea justa en base a la medida de pecho.
Después de analizar el texto del hombre de Viturvio y las posteriores rectificaciones llevadas a cabo por Leonardo da Vinci de las proporciones del cuerpo humano en el momento de realizar su dibujo y de traducir el texto del arquitecto romano, encontramos las proporciones de los largos para una talla central pero estas proporciones de largos no son aplicables a la medida del contorno de pecho: un hombre de la talla 64 y un hombre de la talla 48 pueden tener la misma estatura, lo que no es lógico es que el hombre de la talla 64 crezca siguiendo la ratio del pecho ya que para una talla central el largo de espalda es igual a la medida de pecho.
Imaginemos un hombre de la talla 48, según las proporciones corregidas por Leonardo da Vinci para el hombre perfecto desde la séptima vértebra hasta la cresta ilíaca, o sea el largo detrás sería igual a la medida de pecho.
La talla 48 dista de la talla 64 de 8 tallas, o sea 16 cm. La ratio de pecho en el tallaje masculino es de +2cm. Imaginemos que el hombre de la talla 48 mite 178 cm, si aplicáramos los cálculos de Leonardo y Vitruvio el hombre de la talla 64 debería medir 178 cm más 16 cm, o sea 194 cm.
Generalmente los hombres de la talla 64 no tienen una conformación normal sino que entran en la conformación obesa (DROP igual a 0 ó positivo) y evidentemente no llegan a los 194 de altura.
Las medidas verticales no las podremos proporcionar mediante la medida de pecho, pero si a través de la estatura.
Al principio de este post hemos dicho que esta descomposición servía tanto para el hombre como para la mujer.
Es cierto, la única salvedad es que debemos descontar el DHP, el desarrollo horizontal de pecho de la mujer. Para ello procederemos de la siguiente forma: Sabemos que el ancho del delantero y el ancho de espalda son iguales, en el hombre. La diferencia entre el ancho de espalda y el ancho de delante nos dará el desarrollo horizontal de pecho que será la mitad del desarrollo vertical de pecho y éste será la diferencia entre el largo de espalda y el largo del delantero. Podéis encontrar más información sobre el DHP y el DVP (los desarrollos horizontal y vertical de pecho) en el post “Medidas (5) El contorno de pecho femenino” de este mismo blog que podéis encontrar en el índice de este blog bajo el epígrafe de medidas, en el apartado de índice y escuela o bien clicando en el link anterior.
Para terminar las proporciones de pecho diremos que siempre es mejor utilizar las medidas exactas tomadas encima del cuerpo o de una tabla fiable, las proporciones sirven, aunque siempre debemos ir con tiento a la hora de utilizarlas. Si hacemos una prenda a medida dejaremos algunos re-largos para poder corregir sus posibles imprecisiones, sobre todo en las tallas extremas. En el caso de realizar una colección deberemos tener la precaución de probar los modelos realizados en tallas extremas antes de darlos a la producción industrial.
Para concluir este blog debemos hacer notar que lo que en este blog hemos analizado son las medidas proporcionales del contorno de sisa. Para construir una prenda y para que ésta sea cómoda deberemos dar una serie de holguras mínimas. A partir de estas holguras mínimas daremos otras que no son estructurales pero que obedecerán al modelo que estemos patronando.