Incoherencias y deformaciones en el escalado
Escalar es el procedimiento por el que a partir de una talla encontramos otra, superior o inferior.
Una talla es la reunión de medidas pertenecientes a las dimensiones de una persona idealizada concreta. Decimos “idealizada” porque hacemos una abstracción.
Esta abstracción debería hacerse en base a la media de muchas muestras de personas la misma conformación que tuvieran la medida principal o referente igual.
El resultado de la gradación debe coincidir a las medidas de la talla destino partiendo de las medidas de la talla base.
Actualmente se están gradando prendas a nivel profesional partiendo de un modelo base sin tener una tabla de medidas, se grada a una talla superior o inferior sólo conociendo los contornos de cadera, cintura y pecho.
El resultado: prendas que se deforman.
En reputadas escuelas de patronaje, las profesoras que dan clases de patronaje asistido por ordenador confiesan nunca haber escalado sobre mesa y desconocer el procedimiento de éste. Nunca han oído hablar de un compás de reducción ni de la proporcionalidad de los triángulos.
En sus lecciones aplican alegremente ratios de escalado sin conocer la proporción con que han sido trazados los patrones.
El escalado se basa precisamente en la aplicación de la proporción de la/s medida/s principal/es para obtener el trazado base y aplica ésta/s a las progresiones de las medidas en cuestión.
Es una irresponsabilidad escalar sin conocer las proporciones que han servido para trazar el patrón ya que éstas son las que definen las ratios del escalado.
El resultado: las prendas se deforman.
La semana pasada se me dijo que era imposible hacer una plancha de gradación de más de 3 tallas sin que hubiera deformaciones.
Con un poco de paciencia, y sin utilizar un sofisticado programa de patronaje, si se respetan las proporciones y se dispone de una tabla correcta de medidas se puede escalar cuántas tallas se quiera sin sufrir deformaciones de la prenda.
Damos como ejemplo el pantalón clásico gradado desde la talla 4 años de la conformación de niño hasta la talla 48 de la conformación normal de caballero.
Es deplorable la desinformación que se da en algunos centros que revierte en una serie de deformaciones, retoques y pruebas que hacen perder tiempo a los equipos de las empresas, dinero a las empresas y frescura en los patrones.
Debemos mirar hacia adelante, y progresar con nuestro tiempo, pero para progresar tenemos siempre que mirar hacia atrás.
Gracias a Tales de Mileto y a Pitágoras un compás de reducción un poco de papel kraft un juego de escuadra y cartabón y unas reglas, una de ellas de curvas hasta hace poco tiempo se podían hacer cosas que hoy se dan por imposibles.
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