Formas geométricas 4 Las líneas bases de un patrón
Consideraciones previas.
Hay dos tipos de patrones:
Unos que cubren la parte central de la figura humana, el tronco. Otros que cubren las extremidades.
Patrones que atañen a los contornos del tronco.
Dado que el hombre es simétrico y en patronaje hacemos una abstracción de la persona que vamos a vestir, tradicionalmente se considera el patrón de la parte izquierda igual al de la parte derecha.
Esta identificación de las dos partes especuladas del cuerpo en algunas ocasiones nos puede dar problemas si el cuerpo del cliente a vestir es muy asimétrico. En tales casos antes de cortar la glasilla lo que se hará es rectificar una parte sobre la otra. Evidentemente estamos hablando del ámbito de la modistería. En el ámbito del patronaje industrial no se observarán tales diferencias. En el ámbito de la Alta Costura, al no existir patrón no existe tal problema.
Las prendas que parten del tronco y engloban las extremidades se consideran como patrones de contorno de tronco, así por ejemplo un pantalón, aunque engloba las perneras, se considera como patrón de tronco.
Algunas piezas tienen un tratamiento especial y no son especuladas como pueden ser las mangas de un vestido, (a no ser que se incorporen al cuerpo sin costuras, como puede ocurrir con la manga murciélago)
Insistimos en la simetría del cuerpo ya que la mayoría de patrones se trazan a la mitad y una de las líneas verticales se consideran a “lomo” , “doblez” o “al pliegue”: ello quiere decir que esta línea será el eje de especulación del patrón.
Se denominan de tal manera porque en el ámbito de la modistería y sastrería tradicional se doblaba la tela por sus orillos y las piezas dobles de cortaban colocando el patrón en el pliegue del retal, (lomo o doblez)
En el corte industrial se sacan las piezas enteras ya que los colchones de corte no se colocan con la tela plegada.
El rectángulo delimitador.
El primer paso en el trazado de un patrón será de establecer un rectángulo en el que circunscribiremos el patrón. Estas líneas serán el área máxima de tela que utilizaremos (pueden existir una serie de incrementos pero son mínimos de los que ya hablaremos en su momento.) por lo que se recomienda de dejar una sangría de 5-10 cm alrededor del área del patrón en el caso en que se trace sobre papel, si se hace con un programa vectorial siempre podemos desplazarlo tanto en sentido horizontal como en sentido vertical.
Como hemos visto en los post precedentes, el cuerpo humano se descompone en pirámides truncadas (prismas o pirámides, en menor medida). El desarrollo de estos cuerpos hemos visto que generan rectángulos (en el caso de los prismas), triángulos (en el caso de las pirámides) y trapecios (en el caso de las pirámides truncadas). Por otro lado hemos visto que un polígono con infinitos lados se convierte en un círculo y que este genera a los primos hermanos de los poliedros que hemos citado anteriormente: el cilindro el cono y el cono truncado.
Antes de empezar un patrón debemos tener las medidas que necesitaremos para cortarlo. Las medidas podemos clasificarlas en tres grupos: las medidas verticales, las horizontales y un tercer grupo donde englobaremos todas las otras.
Así por ejemplo, volviendo al ejercicio del post anterior para cortar el canesú de una falda de caballero necesitaremos la altura de cadera como medida vertical principal y el ancho de cadera y el Drop o bien el ancho de cintura.
Las medidas que tomamos del maniquí o que consultamos en las talas antropométricas no son las medidas del patrón. Esta medida pude variar según la utilidad de la prenda y según el material en que esté hecho.
El canesú de una falda para caballero nos puede generar varias prendas, por ejemplo, una falda, un mono, un pantalón o bien un corsé o una faja abdominal.
En el caso en que esta prenda genere un corsé o una faja abdominal la medida que tomemos del cliente la aplicaremos tal cual, o incluso le quitaremos algún centímetro para que apriete. En el caso en que funja como canesú de falda como tal o como la parte superior de un pantalón clásico de daremos algún centímetro para que los glúteos no queden totalmente oprimidos y tengan movilidad. Si lo que queremos es una prenda que imite a un subligaculum tipo romano para un ballet, escogeremos la medida justa, si queremos hacer un pantalón ancho de daremos más centímetros que lo que le damos en un pantalón clásico.
De lo dicho en el párrafo anterior parece que las medidas horizontales son aleatorias, sin embargo no lo son, lo que es aleatorio es la forma en que queremos cubrir un cuerpo.
Estos incrementos ( o decrementos <incremento con signo negativo>) que aplicamos a las medias les llamamos holguras. La holgura de una prenda puede tener signo positivo (incremento) o negativo (decremento) por lo general toda una prenda tiene la misma holgura.
Si incrementamos el pecho de un valor de holgura determinado, este mismo valor se incrementará en los otros contornos de tronco, como son la cintura y la cadera.
Las medidas verticales es más raro que se le apliquen holguras, en los casos en que se necesite ya se dirá y el porqué de tales incrementos.
Volviendo a nuestro ejemplo imaginemos que queremos hacer una faja abdominal que no apriete al vientre del cliente para lo que consideraremos la medida de la cadera y cintura con una holgura igual a 0 cm.
Imaginemos que queremos realizar tal patrón para un sujeto de conformación atlética de la talla 50. Según nuestras tablas el Drop es de -8 y la cadera de 50cm y el montante de pantalón de 23.5 cm.
Con estas medidas deduciremos que nuestro sujeto tendrá 42 cm de cintura (pecho menos Drop), 50 cm de cadera y de altura de cadera 15.66 (recordemos que la altura de la cadera la podemos calcular como 2/3 del montante del pantalón y éste, en caso de no disponer de la medida, como la diferencia entre el largo pierna menos la entrepierna).
Sabemos que de todos los cuerpos geométricos analizados en los post anteriores el de más capacidad es el cilindro. En un cilindro cuyo perímetro de circunferencia tenga la media más ancha de las medidas horizontales, podríamos hacer entrar el volumen que queremos patronar. LA altura de dicho cilindro será igual al largo total que queramos cubrir, en este caso el valor de la altura de la cadera. Sabemos también que el desarrollo de un cilindro como el que hemos descrito es un rectángulo cuya base es el contorno de cadera ( el perímetro de la base del cilindro ) y cuya altura será la altura de cadera.
Por lo que el rectángulo que necesitamo será de 100 cm de base por 15.66 de altura.
Del hecho que nuestro patrón envolverá el tronco de una hombre, y en patronaje consideraremos el cuerpo simétrico, nuestro patrón de delimitará en un rectángulo de 50 cm de base y 15.66 cm de altura. Evidentemente una de las líneas verticales será a lomo (para duplicar la medida del ancho del rectángulo)
Así nuestro rectángulo tendrá esta forma.
Si cortáramos este patrón y lo colocamos encima del cliente veremos que en la línea de caderas se ajusta al cuerpo pero que a medida que sube hacia la cintura va sobrando tela.
A nivel de la cintura sobrarán exactamente 8 cm el valor de la diferencia entre cintura y cadera. Por lo que debemos sacar este excedente de la cintura para retomar progresivamente el valor de la cadera.
Descontando la diferencia entre cadera y cintura del rectángulo anterior obtendremos el área requerida para nuestro patrón, a pesar de ello este trapecio no será un patrón porque si lo montamos nos dará una forma totalmente diferente a la que queremos.
La primera cosa que debemos tener en cuenta es que en el canesú no habrá un solo lomo sino que querremos que tanto la mitad espalda como la mitad delante sean a lomo por lo que la mitad delante deberá ser perpendicular a la base del trapecio. Si tanto la mitad delante como la mitad detrás tienen que ser a lomo el sobrante de tela lo deberemos sacar en otro lado.
Podemos sacarlo abriendo una costura en el lado. Para ello dividiremos el largo de cadera en dos partes iguales y desplazaremos la costura de 1 cm hacia el delantero para que ópticamente quede centrada.
Ahora ya tenemos una línea por dónde sacar el volumen excesivo de la cintura. Por lo que podemos quitar el medio valor de la diferencia entre la cadera y la cintura por el centro de esta nueva línea que representa la costura lateral.
La pinza recogida en la costura lateral se reflejaría de la forma que muestra la figura precedente, de todas formas estos dos trapecios aún no son el patrón que deseamos, como vimos en los dos post anteriores las nalgas de un hombre tienen más desarrollo que la parte delantera, por lo que el recorrido de la cintura en la parte de la espalda debe ser menor que en la parte del delantero ( de ello hablamos en la bilateralidad de la cintura en un post precedente y a ello nos remitimos)
Evidentemente debemos dar forma a la cintura en la costura lateral pero también debemos darla en la parte de la espalda para vestir bien las nalgas y en el delantero daremos una pequeña pinza para dar más holgura al delantero para que el canesú no se pegue en el bajo vientre.
Una forma lógica de repartir el valor del exceso de la cintura es: la mitad del valor entre todas las pinzas y la otra mitad del valor re-pinzarla en la costura lateral.
La pinza del delantero que sólo tiene la función de dar un poco de holgura le asignaremos un valor pequeño, por ejemplo de 1 cm, con lo que quedarán 3 para las pinzas traseras. Podemos hacer únicamente una pina de valor 3, pero para que la cadera se moldee mejor podemos hacer dos pinzas que ambas sumen 3. Del hecho que el mayor re-pinzamiento lo tenemos hacia la mitad de la espalda, dónde las nalgas alcanzan todo su desarrollo, es mejor incrementar el valor de dicha pinza en detrimento de la segunda, la que dará a la costura latera, dónde las nalgas son menos abultadas ya que entregan a la pierna.
Así re-pinzaremos desde mitad de espalda hasta la mitad delante los siguientes valores:
2 cm en la primera pinza de espalda
1 cm en la segunda pinza de espalda
4 cm en la costura lateral
1 cm en la pinza del delantero
Las pinzas las repartiremos en la parte del patrón que le corresponda en la línea de cintura,
En la nueva figura veremos la disposición de las pinzas.
Esta última ilustración podemos ya empezar a considerarla como un patrón.
Si cerramos todas las pinzas, nos encontraremos la siguiente imagen:
Hemos llegado a determinar medio prisma con las formas generales de la morfología que cubre el canesú de un hombre, si juntamos el trazado a otro especulado, como vemos en la última parte de la ilustración, será el desarrollo completo del prisma que conforma el volumen de la pare que estamos tratando.
En el post en que hablamos del cono truncado dijimos que no tomábamos en consideración la inclinación de la cintura ni el alzamiento de la misma en la zona de las crestas ilíacas por la complicación que comportaba en el trazado.
Usando polígonos es mucho más fácil. Sabemos que la diferencia de las cotas son en mitad de espalda 0 e la costura lateral sube de 1.5 por las crestas ilíacas y en la mitad del delantero baja de un cm respecto a la mitad detrás.
Veamos cómo se reportan dichos cambios en nuestro trazado:
Por último y para poder dar la forma que deseamos a las nalgas del hombre a quien vestimos deberemos acortar las pinzas, ya que si nos fijamos en el perfil de una cadera vemos que la pinza no llega hasta la línea de caderas sino que se define a la mitad de su recorrido.
Las pinzas las acortaremos más o menos de la mitad de la altura de cadera, las haremos por ejemplo la mayor de 8 cmts y las otras dos de menos recorrido, por ejemplo 6. Contra más fuerza tiene la pinza más larga tiene que ser para evitar los desagradables «culos de pollo» en la convergencia de los labios de la pinza una cuando la montemos.
Porlo que nuestro patrón tendrá el siguiente aspecto:
Ahora ya casi podemos presumir de patrón, sólo tendremos que redondear la costura lateral imitando la forma natural de la cadera y la línea de cintura partiendo de la mitad delante y mitad detrás a escuadra para que en el montaje no se produzca un pico.
En la ilustración siguiente veremos la diferencia entre el trazado actual y el retocado.
En un próximo post veremos como llegar a esta conclusión sin los rodeos que hemos dado.
Creo que estos rodeos han sido necesarios para poder entender la estructura de un patrón y de los volúmenes que encierran unas simples pinzas (las que no me cansaré de repetir, no se pueden anular sin que repercuta en el volumen del patrón).
Este post sigue en «El pecho de la mujer desarrollo del patrón masculino«
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