Confección Industrial a Medida

 

Cómo cubrir un cuerpo

Concepto de la Confección Industrial a Medida

La confección industrial a medida (CIM) es un nuevo concepto para la industria textil. Su nombre parece una contradicción, sin embargo es muy consecuente.

Creemos que la evolución sólo es posible si sabemos el punto dónde estamos, lo que dejamos atrás y a dónde queremos llegar. Con vuestro permiso voy a retroceder un poco en el tiempo para llegar a la definición de lo que entendemos por CIM.

 

La confección el prêt à porter y las prendas hechas a medida

Wikipedia, en su versión francesa (https://fr.wikipedia.org/wiki/Prêt-à-porter) define Prêt-à-porter (listo para llevar) como: “prendas vendidas como producto acabado y no realizado a medida. Lo que es tradicionalmente opuesto, para las mujeres, a la alta costura y para los hombres a la sastrería artesanal a medida. Muestra el pasaje de la costura artesanal del vestido a medida a la estandarización de las tallas que permite la producción.”

El Prêt-à-porter a pesar de su nombre francés nació en EEUU. Los antecedentes los encontramos en la primera guerra mundial. La armada americana tenia que vestir a sus soldados lo más rápido posible, por ello estandarizaron diferentes cuerpos en las tallas progresivas. Esta técnica se llamó «confección», pero este término se generalizó en muy poco tiempo y pasó a denominar a toda la industria del vestir.

Después de la segunda guerra Mundial  la «confección» sólo representa un cuarto de la producción de las prendas de vestir. El resto se realizaba a medida. Es en este momento en que la alta costura tiene su período dorado.

El presidente de la federación de la industria de vestidos femeninos trae a Francia los métodos Americanos de confección. En 1948 es cuando se acuña el término “Prêt à porter” y será retomado por la publicidad de la sociedad Weil en 1950. En 1956 tuvo lugar un salón de Prêt à porter en París.

 

 

Cartel Weill

Cartel Weill encontrado en internet. Enlace: https://i.ebayimg.com/images/g/29QAAOxyLVZRYs2H/s-l300.jpg

 

A partir de este momento el crecimiento del prêt à porter fue imparable, Jacques Heim (Presidente de la cámara sindical de la Alta costura) hizo sus tentativos de contrataque con  el “prêt à porter création” modelos especiales destinados a ser vendidos en serie.

 

El resto de la historia  ya lo conocemos, las modistas y los sastres a medida han ido desapareciendo quedando de forma residual en la industria de la moda minetras que que el PRÊT À PORTER ha ido creciendo hasta abarcar casi la totalidad de la producción de prendas de vestir mundial.

A más tecnología, más capacidad de producción, menor coste mayor, expansión de la confección (prêt à porter) y mayor retroceso de la costura (modistos y sastres a medida).

Con la globalización la industria se ha centrado en una serie de países que han funcionado como la «fábrica del mundo». Y desde allí, los productos se han repartido en todos los rincones del mundo.

 

Lo ganado y lo perdido

¿Qué ha aportado el prêt à porter?

El prêt à porter ha permitido de acceder a prendas de vestir más asequibles.

Según que marcas de prêt à porter defienden un estilo y por lo tanto la creación de moda; tal y como lo hizo la alta costura en sus tiempos dorados.

El prêt à porter ha checo la moda más social y asequible aunque ha perdido la personalización de la prenda para el cliente final.

¿Qué nos dejamos atrás?

Antes, con la sastrería y modeistería a medida, la prenda se adaptaba al cuerpo. Con el prêt à porter el cuerpo del cliente final tiene que probar en que prenda cabe y se adapta.

Antes el cliente tenía un poder de decisión en la prenda que se hacía y la prenda hablaba del cliente: era su tarjeta de presentación. Ahora buscamos cuál es el estilo más acorde a nuestra persona.

Con el modisto o sastre con el que se entablaba una relación especial que enriquecía personalmente tanto al cliente como al profesional. Hoy quedan menos de esos oficios personalizados con el que se mantiene una relación directa (barberos, peluqueros, baristas, taxistas, etc.)

 

La e-revolución.

La revolución tecnológica ha llevado más rapidez mayor conectividad y con ello a mayor automatización.

Se ha llegado a cumplir todo el proceso de producción de moda , desde la toma de medidas (escáner), hacer transformaciones de los patrones, marcadas, extender los colchones, cortar los colchones (programas de patronaje), robotizar las operaciones de confección industrial, de plegado de planchado et…. Incluso de distribución y almacenaje y venta. Incluso se crean prendas de vestir en impresoras 3D.

En todo este proceso falta un eslabón: la creación automática del patrón en base a unas medidas dadas. Completando esta cadena, por raro que parezca, todo puede volver progresivamente a su cauce y aportar una serie de beneficios que van más allá de la moda a todo el sector textil.

Imaginemos un programa que pueda realizar patrones con una serie de medidas dadas.

A la industria de la confección le brindaría más rapidez y exactitud en lo que el patronaje se refiere, siempre que la estandarización de las tallas con que trabaja sea correcta (el prêt à porter, como hemos visto en el apunte histórico, es trazar patrones sobre  cuerpos ideales, que no existen, estandarizados). Las empresas podrían tener un corte de patrones siempre propio y no tener que comprar en “origen” los básicos de una colección, dando no sólo una coherencia en corte  y en el sistema de tallas de su marca.

 

Confección industrial a medida.

Con la e-revolución casi todas las empresas tienen una página web de venta con los modelos que proponen fotografiados.

Técnicamente es posible personalizar el patrón de un modelo o todoslos que aparecen en la página de ventas a las medidas de un cliente.

El cliente, una vez seleccionado el modelo de la colección, recibiría en su propia casa el modelo cortado a medida. De esta forma recuperaríamos al menos la prenda que se adapta a su cuerpo de la modistería y sastrería tradicional. Incluso la empresa puede hacer interactuar al cliente en la personalización de la prenda. Si fuera así habríamos recuperado lo que técnicamente podía aportar la sastería y modistería, evidentemente sin recuperar la al mosidto y sastre de carne y hueso. Sin embargo podríamos ganar en el estilismo de la marca a que compramos.

Este tipo de venta puede interesar mucho a la pequeña y mediana empresa que es mucho más reactiva con su producción debido a la dimensión de sus talleres. Esta apartación de valor (corte a amedida y personalización) puede justificar la diferencia de precio con la gran industria.

La empresa fidelizará a clientes que les guste su estilo y que hasta el momento no podían vestir sus prendas por las dimensiones de las tallas propuestas o por las particularidades del cuerpo del cliente. Cortar a medida significa adaptar la prenda al cliente, por lo que los patrones a medida deben observar las conformaciones del cuerpo.

Los talleres que realicen estas prendas por fuerza  tienen que ser de «suficiente» proximidad para que la prenda pueda ser recibida en tiempo. Logísticamente es difícil concebir un taller para CIM en la otra parte del mundo. Ello conllevará una relocalización de parte de la industria textil de la mediana y pequeña empresa y por lo tanto una reactivación económica.

Podrá hacerse un mejor seguimiento de la producción, retoques de los pedidos a media temporada o incluso incluir nuevos modelos a mitad de temporada o dejar la producción de los que no funcionan.

Un mejor seguimiento de la producción, debido a la cercanía, representa una disminución de mermas,  economía en transportes y evitar el riesgo de una entrega fuera de plazo.

Los transportes reducirán sus trayectos en distancia y con ellos el CO2. Aemás, conllevará, en los sectores de la industria que lo utilicen,una disminución de stock y de residuos de colección que harán que el impacto de la industria textil sea menor en el medio ambiente.

La confección industrial a medida no olvida a los sastres y modistas, los que guardan los secretos de nuestros ancestros en su saber hacer. Poder disponer de un patrón a medida en menos de 3 segundos y con la conformación del cliente supone un gran ahorro de tiempo. El patrón conformado generará menos retoques en las pruebas, aumentando el margen de beneficio sin bajar la calidad de la prenda artesanal haciendo este sector más competitivo.

 

Técnicamente ya se ha desarrollado un programa de creación de patrones. Hace cuatro años está operativo en modo de prueba. Después de este período de prueba e implementación se ha decidido de hacerlo público en ambiente web: sin instalación.  El 7 de Septiembre de 2020 se presentará en una videoconferencia a la que os invitamos. El programa se llama

 Tele Virtual Patronage.

Tele Virtual Patronage como cubrir un cuerpo

Tele Virtual Patronage como cubrir un cuerpo

 

Para más información sobre las posibilidades del mismo, clicad aquí.

Cómo Cubrir un Cuerpo ha colaborado en el desarrollo del mismo, esperamos que todos los condicionales del final de este post dejen de serlo.

Ahora ya sabéis el porqué de mi silencio durante todo este tiempo.

 

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