El corsé: definición
Corsé es un galicismo que procede del francés antiguo cors, que a su vez deriva del latín corpus (cuerpo). Es una prenda interior femenina aunque también fue vestida por hombres, niños y niñas. Se llevó desde el siglo XVI hasta el inicio del siglo XX.
Esta prenda estaba confeccionada con ballenas y destinada a moldear el busto siguiendo criterios estéticos que variaron según las épocas. Es una prenda rígida sin holgura ni elasticidad que esencialmente sirve para reducir la cintura y para realzar el pecho.
Se llaman ballenas a varillas, generalmente metálicas, que se insertan en los corsés para armarlos y darles forma, permitiendo de esta forma moldear el cuerpo de quien lo lleva.
Desde sus orígenes, en el siglo XVI hasta el siglo XVIII, los corseteros utilizaron en sus corsés verdaderos pelos de barba de ballena, estrechos sólidos y flexibles.
La barba de ballena, o simplemente ballena, es cada una de las láminas córneas y elásticas que poseen los misticetos en el maxilar y que utilizan para alimentarse.
Los misticetos carecen de dientes (a diferencia de los odontocetos), en su lugar tienen filas de láminas llamadas «barbas» en la mandíbula superior. Son lisas, flexibles, con bordes deshilachados, colocadas en dos filas paralelas, semejantes a enormes peines. Las barbas están compuestas de queratina, la misma sustancia de la que está compuesto el pelo, los cuernos, las uñas o las plumas.
Según la especie de misticeto, una barba puede tener de menos de 30 centímetros en el caso del rorcual albiblanco , a los 4,5 metros de longitud en la ballena de Groenlandia. Su número oscila entre las aproximadamente 140 o 150 de la ballena gris a las 375 o 400 de la yubarta o el rorcual azul. Curiosamente los misticetos poseen pequeños dientes durante su fase fetal, pero van desapareciendo mientras se desarrollan y acaban siendo sustituidos por barbas permanentes antes de nacer.
Al principio del siglo XIX se inventaron las ballenas de acero que fueron sustituyeron a las de ballena a partir del 1850, aunque conservaron el nombre original de ballena.
Hoy podemos encontrar en el comercio tres tipos de ballenas:
a.- las de acero inoxidable que están recubiertas de plástico que son las más idóneas para el corsé stricto sensu, ya que son las idóneas para poder reducir la cintura y moldear un cuerpo.
b.-las llamadas de “ espiral” que están fabricadas siempre en acero pero son más dóciles arman menos la prenda pero dan más flexibilidad.
c.- podemos encontrar también en las tiendas las ballenas de plástico que se venden en rollos o por metros, se utilizan en los bustiers de prêt à porter (ropa interior, vestidos de novia), pero este tipo de ballenas de plástico no permiten la reducción de la cintura, no podemos decir técnicamente que sirvan para armar corsés.
Tipos de corsés.
Desde comienzos del renacimiento hasta casi su desaparición en las primeras décadas del siglo XX la estructuración de la parte superior del cuerpo ( corpiño de ballenas, el corpiño picado o el corsé) fue esencialmente femenina aunque en ocasiones también fueron utilizadas por hombres, por ejemplo en el caso de los dandies o los militares, incluso llegaron a llevar prendas de este tipo los niños.
Existen también los corsés ortopédicos utilizados para corregir las desviaciones de la columna vertebral en los casos de escoliosis o de cifosis. Estos corsés se utilizan también para aliviar las articulaciones invertebradas en el caso de las lumbalgias.
Durante el renacimiento el corpiño de ballenas, de forma cónica intentaba sobretodo aplastar el busto y a disminuir las diferencias morfológicas entre los hombres y las mujeres.
Debemos esperar hasta el siglo XIX para que se pongan en relieve las características morfológicas femeninas, aunque las connotaciones eróticas de las formas de mujer empiezan a apreciarse en el siglo XVIII.
Las zonas consideradas como eróticas han cambiado durante la historia, hoy el busto es la zona erótica por excelencia de la mujer mientras que en el siglo XIX fue la cintura estrecha.
El corsé servía según los tiempos para afinar la talla o bien dar más volumen por contraste a las caderas o al pecho. Muchas veces los corsés se rellenaban para dar más volumen en las zonas que por los cánones estéticos se requería.
Dos palabras sobre la construcción de un corsé
Los corsés, aunque sean muy diferentes desde el punto de forma , patronaje y corte para adaptarse a la silueta requerida por la moda, siempre ha tenido en común los principios de construcción.
Están construidas al menos con una capa de tela rígida de algodón o lino tejido denso (el llamado «cotí», de ahí la palabra cotilla ya que se realizaban con esa tela). En la parte exterior se forra de un tejido “decorativo” en la parte exterior e incluso de forro. Los de una sola capa de entretela se llevaban generalmente en verano ya que eran más frescos y “respiraban mejor”
El busc era una Pieza que llevaban los corsés de los siglos XVI hasta el siglo XVIII, Es una ancha lámina de madera de bojo, metal, marfil o hueso que mantiene la perfecta rigidez en la parte delantera del corsé. A veces era de quita y pon. Hacia 1840 se inventó el busc partido en dos trozos, con corchetes que permite abrir la parte delantera del corsé y por lo tanto poder vestirlo y sacarlo de forma mucho más fácil.
Las ballenas hasta la mitad del siglo XIX eran de barba de ballena, la gente menos pudiente se hacían los corsés con varillas o ballenas de mimbre. Con la Revolución industrial se empezaron hacer de hierro forradas de tela o de papel, luego de acero. Hoy en día como ya hemos dicho antes son de acero inoxidable forradas de PVC para evitar cualquier problema con la oxidación (este tipo de varillas es muy utilizada en los corsés ortopédicos), pueden ser de hierro en espiral o bien de PVC.
El cierre con lazadas y ojetes es el más típico y la mejor forma de adaptar el corsé al cuerpo que lo lleva una vez se lo ha calzado. Es la forma de cierre que da más compresión y puede repartirla en los puntos en que más se necesite.
Los ojetes estaban bordados a mano hasta el principio del siglo XIX en el que se sustituyeron con ojetes metálicos mucho más sólidos.
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